La nueva tecnología en el nuevo arte

Hablar de tecnología nos remite directamente a la ciencia pero pocas veces reparamos en el gran intercambio “transdisciplinario” entre ciencia y arte, por eso hoy queremos mencionarte algunos ejemplos muy actuales en los que la técnica a través de la ciencia convive con expresiones artísticas contemporáneas.

Arte y ciencia siempre han trabajado juntos

Aunque pueda resultar extraño, el arte ha convivido con la ciencia desde siglos inmemoriales, incluso desde la pintura rupestre encontrada en cuevas y cavernas que datan de tiempos prehistóricos, puesto que los pigmentos de origen vegetal eran mezclados cuidadosamente con algunos aglutinantes orgánicos para fijar el color sobre la roca.

En este sentido, algunos piensan por ejemplo que Leonardo da Vinci era tan buen científico como artista, y es que además de ser el pintor más influyente del Renacimiento italiano, también incursionó en la arquitectura, la anatomía, la botánica, la ingeniería, entre otras disciplinas, algo a lo que Dan Brown le ha sacado bastante provecho.

¿Cuánto están influyendo las nuevas tecnologías en el arte?

La ciencia cada vez participa más activamente en la creación artística de nuestros tiempos, los efectos especiales audiovisuales que continúan sorprendiendo a los espectadores de la danza, el teatro y el cine contemporáneo son sólo una pequeña muestra de ello.

Desde que tenemos la posibilidad de digitalizar la imagen, la fotografía ha dado pasos agigantados, un ejemplo de esto es el caso del joven fotógrafo norteamericano Kevin Welsh y sus “Moving pictures”, fotografías intervenidas digitalmente en las cuales la figura humana es recortada y reemplazada por patrones geométricos que se mueven, convirtiéndola finalmente a un formato GIF.

Los últimos avances de la ciencia y la tecnología están participando muy activamente en el acontecer artístico mundial, y si no podríamos preguntar al escultor sudafricano Jonty Hurwitz, quien ha logrado usar nada menos que nanotecnología para hacer sus “nanoesculturas”, unas piezas que bien podrían caber en la cabeza de una hormiga y son más delgadas que un cabello humano.

Para realizar sus esculturas, Hurwitz usa la nano-impresión 3D, que consiste primero que nada en crear la escena en escala normal en un estudio fotográfico en el que el modelo que será esculpido es fotografiado por numerosas cámaras para obtener todos sus ángulos. Todo este material fotográfico es llevado al computador que maneja la impresora 3D que finalmente realiza la nano-escultura utilizando una técnica llamada “litografía multifotónica”, que consiste en solidificar un polímero iluminándolo con luz ultravioleta.

Así como las nuevas tecnologías de la comunicación e información están cambiando la manera como vemos el mundo, los desarrollos tecnológicos siguen influyendo en todas las áreas del conocimiento humano y el arte no ha sido ni será la excepción, cuando vemos resultados como Avatar, de James Cameron, no queda sino pensar que los avances son prácticamente indetenibles porque el futuro es ahora.